Anoche, escribí un montón de cosas de esas que te salen de dentro, de tus profundidades más íntimas, de repente, cuando se te enciende la chispa que te lleva a escribir durante casi tres horas seguidas sin interrupción. Esta mañana (me levanté antes de que mi hija menor comience a estudiar "Mates"
Lo que me preguntaba anoche era por qué en las "pelis" románticas, que nos encanta compartir una tarde de domingo con mis hijas, las tres sentadas en el sofá con los pies apoyados en la mesita del centro y un bol de cristal de palomitas hechas en el micoondas, rociadas con caramelo líquido que se cristaliza < mmm... deliciosas!!> las heroínas nunca tienen cuarenta y nueve tacos como yo y una vida como la de cualquier mujer que tiene que sostener una familia con un trabajo mileurista y hacer de padre y madre a la vez? Por qué las heroínas de las pelis "de amor", son siempre jóvenes de alrededor de veinticinco, treinta años, con toda una vida por delante y no como una que sólo le queda media y todavía le parecen un montón de años por descubrir, disfrutar y enamorarse como Dios manda? Por qué las heroínas de las pelis casi siempre son de clase media acomodada, tienen estudios universitarios y se reciben con títulos rimbombantes, aunque al principio no encuentren trabajo y acaben trabajando en una casa como niñeras y no pueden ser como una que se recibió humildemente de maestra en un país lejano y tanto como su experiencia de veinte años de trabajo como su título homologado le sirvieron para trabajar sólo en guarderías? Por qué son siempre de cabellos dorados por el sol de Miami, con unos tipitos de infarto, aunque vayan tapadas hasta la nariz, cuando tienen que hacer de mucamas, cuidadoras de ancianos, vendedoras de juguetería y después, al momento de la escena sexual, te muestran toda la carne al asador en su exacto punto y nunca muestran unos pechos al filo de la flacidez, con alguna que otra estría, que las haga parecer seres humanos y no muñecas barbies, si lo que va pasando en el cuerpo de una mujer a lo largo de su vida, sus marcas de vida, pueden ser tan atractivas como lo que en la realidad de la ficción nos quieren mostrar? Por qué, en la mayoría de los casos, los actores que las acompañan tienen que hacernos soñar, delirar y aullar, cuando en la realidad los hombres que se "parten de buenos" o son gays o modelos y casi nunca tienen cincuenta y tantos años? Estas heroínas de pelis, casi nunca acaban recorriendo cajeros de bancos, para ver qué queda para llegar a fin de mes. por el contrario, si comienzan pobres, acaban casándose < y digo "casándose", porque a los cincuenta y tantos, ya no es la realidad de un hombre que ha vivido un matrimonio durante alrededor de veinte años y tiene ya hijos mayores. A esta edad, los hombres desean pasar buenos momentos, sin comprometerse demasiado y encima, cuando sienten que se están metiendo en "camisas de once baras", huyen> con un hombre súper rico, que al principio, se les presentan como "el frutero de la esquina"...
Mi heroína real de película sería Catherine Z. Jones, sí, sé que me paso un poco, pero, ¿no es que las películas de amor tienen que ser súmamente taquilleras? Pues ella. Eso sí, con el maquillaje suficiente como para no desentonar y mezclarse mimetizándose con cualquier mujer de la calle, de una calle de pueblo, que recorre todos los días caminando a su trabajo y es conocida desde hace once años como "la Cati", la "profe", "la que te cuidaba cuando eras un bebecito". "La Cati", la madre de Candelaria y Lucía, la que se divorció de aquel que quedó mal parado ante medio pueblo y no porque ella se encargó de difundir sus malas acciones, sino porque "el tío" se ganó el título a pulso y después se fue a la península olvidándose de sus obligaciones legales para con sus hijas. "La Cati" que intenta cuidar su reputación
Esta heroína de mi peli es madre las veinticuatro horas del día en su casa, y ocho horas durante su trabajo con niños de dos a tres años, que la quieren, abrazan, besan, babean, rasguñan, chorrean y piden por ella, porque siempre les canta una canción que les divierte, les baila una música de esas que escuchan "con mami en casa", moviendo las caderas, con todos ellos brincando alrededor y desmelenándose hasta caer todos rendidos en la colchoneta. Les permite quitarse la ropa y los zapatos, en verano, para ensuciarse creando un cuadro con harina, sal, agua, cola, pinturas... con lo que disfrutan y los mira desde sus alturas, a los ojos, para que la entiendan mejor, cuando tiene que decirles en voz bajita que no quiere que vuelvan a hacer aquello que está mal, que ella los quiere, pero que se tienen que sentar " a pensar" un ratito en que no lo volverán a hacer < aunque esto casi nunca se cumpla>
Esta "Cati" de cuarenta y nueve años ha tenido montones de experiencias antes de casarse, una vida libre, pero no libertina, en una familia que siempre confió en ella y le dio alas para volar, para que hiciera lo que quisiese y se dejara llevar para donde el camino del destino la condujese. Una familia donde el arte y la cultura, la lectura y la música, eran como el agua que se necesita para beber y siguen siendo el agua que necesita para beber, para sentirse mimada, cuando los mimos de otra índole escasean. Una familia de clase media, con dos padres que siempre tuvieron que trabajar de sol a sol para que a ella no le faltase nada. Y no le faltó nada y aquello que no llegaba cuando a ella se le daba la gana, llegaba en el momento que se podía y esto le enseñó a esperar y a valorar todo lo que tuvo y lo que tiene. Sabe que todo se consigue con sacrificio, porque no es de las que han sido tocadas con la varita mágica de la abundancia. Y esto es lo que les quiere transmitir a unas hijas que al cambiar de mundo, al cambiar de hemisferio, crecieron junto a un par de padres que pudieron darles bastante bienestar económico mientras estuvieron juntos, pero que, al divorciarse, hicieron que toda aquella "maravillosa vida", se viniera abajo. Esta "Cati", heroína de mi película de Hollywood, a pesar de no tener la vida que quisiera, casi más para cumplir los sueños de sus hijas que los suyos propios, valora su vida, ama su vida y se ama a si misma y se respeta y quiere ser respetada. Es orgullosa, pero sabe pedir ayuda sobre todo cuando sabe que lo que está haciendo es beneficioso para sus cachorras. Cree en sí misma y no se pasa la vida pidiendo milagros, aunque fue criada en un hogar católico. Intenta transmitir valores a sus hijas en cada charla, aunque ellas la traten de "pesada".
"La Cati" es despistada, apurada, torpe, delirante, ingenua, con alma de adolescente, algo rebelde, disfruta rodeada de los amigos de sus hijas, y sus amigos se divierten con ella, al punto de que se ponen celosas y acaban apartándola de sus reuniones, es lo más lógico y normal. A esta heroína, siempre le ocurre algo divertido y por casualidad sale bien parada, casi como en cualquier peli romántica. Sabe perder y caer y se vuelve a levantar una y otra vez, y renace más fuerte en cada caída, porque la vida lo amerita. Siempre está apuntada a páginas de "encuentros de pareja" y tiene ojo de lince. No sale con cualquiera, porque a pesar de su situación económica, sabe bien que vale por lo que es y no por lo que tiene. Disfruta de sus momentos románticos, casuales, más largos si se dan y si se acaban, se queda con la parte positiva de ellas, porque cree que siempre el cruce con otro ser humano deja un mensaje, que si sabemos descifrar, puede enseñarnos algo para la relación que sigue y cree en el "karma"... Cree que vamos repitiendo acciones, fracasando y aprendiendo durante vidas pasadas y que tal vez sea en esta vida que todo aquello que aprendimos, se torne en algo fructífero hoy, ahora. Esta heroína, va conociendo gente en su camino, va probando para ver con quien se siente más a gusto, se va dando la cabeza contra la pared, porque cada relación nueva, acaba porque es lo lógico, va muriendo de dolor por el tiempo justo y necesario como para no enfermar ni física ni psíquicamente y se levanta una y otra vez, porque al abrir las ventanas de la vida, el sol, sigue brillando.
Claro, seguramente la vida de una heroína del día a día no puede competir con el delirio sexual que representa Christian Grey para la comunidad femenina... Pero, a que más de una madre soltera que tiene que luchar por el bienestar personal y el de sus hijos, totalmente sola y en un país que no es el suyo propio, se sentiría reflejada?